Como líder debes ser capaz de distinguir entre un trabajador que necesita ayuda y uno que ya no tiene cabida en tu emprendimiento.

Una de tus obligaciones como dueño de un negocio es manejar a tus empleados y separarlos de tu empresa cuando sea necesario. Despedir a un colaborador nunca es agradable, pero es necesario para tener un negocio que crezca.

En lugar de dejar que los malos empleados se queden a arruinar tu compañía, debes estar vigilante a ciertas señales muy claras que te ayudarán a distinguir entre un trabajador que solo necesita ayuda y otro que ya no tiene lugar como parte de tu equipo.

A continuación te presentamos un listado de las cuales puedes despedir a un empleado:

Mal comportamiento

  • Poca disposición para conciliar, desinterés o deseos de confrontación pueden ser altamente negativos para el resto de tu equipo de trabajo. Cuando un colaborador muestra desinterés por las actividades que realiza o, incluso, falta constantemente (sin justificar) la mejor decisión que se puede tomar (después de intentar buscar una solución y no obtener resultados) es  pedir su baja definitiva; ya que perjudica las actividades del equipo.

Baja productividad

  • ¿Tu empleado muestra baja productividad? ¿Retrasa el trabajo del equipo o entrega a destiempo? Medir la productividad es un criterio clave para tomar una decisión.

Quejas constantes

  • Si tu empleado dedica mucho tiempo a quejarse con otros y en lugar de comunicarte de manera directa su problema lo hace con el resto del equipo, es hora de tomar una decisión.

Incita negativamente a otros empleados

  • Un mal elemento buscará organizar a otros compañeros para sabotear el trabajo y puede poner en riesgo toda la operación; aquí entrael tema de los compañeros difíciles, aquellas personas que solo quieren crear conflictos y su ultimo objetivo es cumplir con su trabajo.

Quejas de clientes y/o proveedores

  • Si tus clientes, proveedores u otros empleados se quejan del comportamiento o servicio de tu empleado es hora de tomar cartas en el asunto.